sábado, 21 de enero de 2023

INTERACCIÓN ENTRE FRENADOL Y ANTIDEPRESIVOS ISRS. UNA INTERACCIÓN POTENCIALMENTE GRAVE Y POCO CONOCIDA EN MEDICACIONES DE USO MUY HABITUAL

INTERACCIÓN ENTRE FRENADOL Y ANTIDEPRESIVOS ISRS. UNA INTERACCIÓN POTENCIALMENTE GRAVE Y POCO CONOCIDA EN MEDICACIONES DE USO MUY HABITUAL.

Está contraindicado el uso del antigripal Frenadol con los antidepresivos ISRS y esto es debido a que uno de sus componentes, el antitusivo dextrometorfano, puede generar un síndrome serotoninérgico si se asocia con este tipo de antidepresivos. Es un efecto adverso que puede ser grave y viene reflejado en el prospecto.
El dextrometorfano, ampliamente utilizado para la tos y en asociaciones antigripales, no solo está en el Frenadol, también lo está en muchas otras presentaciones anticatarrales como Bisolvón, Cinfatós, Vincitós, Inistón, en el genérico, etc. Y los antidepresivos ISRS, que son el tipo de antidepresivo más utilizado, serían aquellos que contengan; Fluoxetina, Sertralina, Paroxetina, Escitalopram, Citalopram, Fluvoxamina, etc.
Ambos tipos de fármacos, dextrometorfano y los ISRS, son serotoninérgicos, potencian la acción de la serotonina sobre el sistema nervioso central y pueden desencadenar un síndrome serotoninérgico que puede presentarse desde forma leva hasta mortal.
Están documentados varios casos de atención en urgencias a personas que tomando Paroxetina o Escitalopram, desarrollaron el cuadro tras tomar Frenadol.
Es por ello, que aun sabiendo que hay otros tipos de antidepresivos que aumentan la disponibilidad de serotonina, como los duales, tricíclicos, atípicos, etc. y que también podrían generar el cuadro si se toman junto a Frenadol o un fármaco con dextrometorfano, solo nos centramos en los ISRS porque son los que están clínicamente documentados. Tampoco nos vamos a centrar, para no extender la cuestión, en otras asociaciones también contraindicadas como la del ampliamente tomado analgésico opioide Tramadol con los ISRS, asociación que presenta un riesgo similar.
En los casos leves, el síndrome serotoninérgico, suele caracterizarse por aumento de la tensión arterial y taquicardia. En los casos moderados se presentan síntomas como fiebre, agitación, hiperreflexia, temblor, sudoración, enrojecimiento, dilatación pupilar y diarrea. En casos severos, la temperatura puede superar los 41.0 °C con la probable presencia de convulsiones.
El cuadro tiene tratamiento, fundamentalmente con medidas de soporte sobre los síntomas que se presentan y con antagonistas de la serotonina.
En definitiva, volvemos a lo de siempre, hay que tratar de no automedicarse y por otro lado, hay que procurar hacerse más responsables de la propia salud de uno y de los propios tratamientos que uno se toma.
No hay que dejarlo todo en manos de los profesionales porque a veces se equivocan. Hay que preguntar, hay que decir todo lo que se toma aunque no se nos pregunte y hay que mirar las cajas y los prospectos. Hay que buscar ayuda si no se puede. Hay que empoderarse en nuestra propia salud.
“Primum non nocere”



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