viernes, 27 de enero de 2023

DIETA MEDITERRÁNEA

 DIETA MEDITERRÁNEA

Es un modelo nutricional inspirado en los modelos alimentarios difundidos en algunos países de la cuenca del Mediterráneo reconocidos por la UNESCO como bienes protegidos e incluidos en la lista del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad en 2010.
La dieta se basa en los alimentos que se consumen habitualmente en los países de la cuenca mediterránea, en una proporción que favorece los cereales, la fruta, las verduras, las semillas, el aceite de oliva (grasas insaturadas), en comparación con un uso más raro de carnes rojas y grasas animales (grasas saturadas), mientras que tiene un consumo moderado de pescado, carnes blancas (aves de corral), legumbres, huevos, productos lácteos, vino tinto y dulces.
Las características de la dieta mediterránea son: alimentos abundantes de origen vegetal (fruta, verdura, pan y cereales, especialmente integrales, patatas, judías y otras legumbres, frutos secos, semillas), frescos, naturales, de temporada, de origen local; fruta fresca como postre diario, dulces con azúcares refinados muy ocasionales o miel algunas veces a la semana; el aceite de oliva como principal fuente de grasa; los productos lácteos (principalmente el queso y el yogur) consumidos diariamente en cantidades modestas a moderadas; el pescado y las aves de corral consumidos en cantidades bastante reducidas; de cero a cuatro huevos por semana; la carne roja en pequeñas cantidades y el vino consumido en cantidades modestas a moderadas, generalmente durante las comidas.
Esta dieta tiene un bajo contenido de grasas saturadas (menos del 7-8%), y un contenido total de grasas de menos del 25% a menos del 35% dependiendo de la zona. El contenido calórico de la dieta mediterránea en las encuestas de población no superaba las 2500 Kcal para el hombre y las 2000 Kcal para la mujer, sin embargo, la ingesta calórica no iba más allá del consumo metabólico con actividad física.
En esencia, era la dieta de una población rural, pobre y frugal. El modelo alimentario mediterráneo no sólo es saludable para las personas sino también para el medio ambiente. Se estima que, en promedio, para obtener 100 calorías, la dieta mediterránea tiene aproximadamente un 60% menos de impacto en el medio ambiente que una dieta norteamericana o europea, que se basa más en la carne y las grasas animales que en las verduras y los cereales.
Entre los numerosos beneficios para la salud, a la dieta mediterránea se la considera un importante aliado contra el síndrome metabólico, es decir, el conjunto de condiciones (obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemia) que exponen a un sujeto a un alto riesgo cardiovascular.
Varios estudios han demostrado que habría una asociación inversa entre el aceite de oliva o entre el cumplimiento de una dieta mediterránea y la prevención del infarto de miocardio. El aumento del consumo de alimentos mediterráneos también ha reducido considerablemente el riesgo de muerte prematura de los pacientes que ya sufren de infarto de miocardio, independientemente de cualquier tratamiento farmacéutico.
Numerosos estudios han demostrado que un estilo de alimentación inspirado en los principios de la dieta mediterránea es capaz de reducir el riesgo de contraer cáncer. Gracias al alto contenido de grasas insaturadas, fibras, vitaminas y oligoelementos, con acción antirradical libre, la dieta mediterránea tiene un importante poder antiinflamatorio y antioxidante…



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