lunes, 16 de enero de 2023

COVID Y CÁNCER. DAÑOS COLATERALES.

 COVID Y CÁNCER. DAÑOS COLATERALES.

En la actualidad se diagnostican unos 280.000 nuevos cánceres al año y mueren unas 160.000 personas por esta causa. Es la segunda causa de mortalidad en España con un 25% de las defunciones. El riesgo de tener cáncer aumenta de forma significativa a partir de los 45-50 años. El hombre tiene una probabilidad de un 41% de contraer cáncer antes de llegar a los 80 años y la mujer de un 27%. En España los cánceres más frecuentes son el de colon y recto con unos 43.000 anuales, seguido del de mama con unos 35.000, el de pulmón y el de próstata, ambos con unos 31.000 y el de vejiga con unos 23.000. Ya a más distancia se encuentran los linfomas y el de páncreas, ambos con unos 9.000, el de útero y el de hígado ambos con unos 7.000, etc. En el ámbito causal, se estima que una de cada 3 muertes está directamente relacionada con los 5 factores evitables: tabaco, alcohol, infecciones, sedentarismo y hábitos alimentarios inadecuados.

No obstante, en los últimos tiempos, en el campo de la oncología, se ha conseguido mitigar de forma muy significativa la mortalidad del cáncer, sobre todo, por una herramienta que permite el diagnóstico de un gran número de lesiones precancerosas y de lesiones tumorales en estadios muy tempranos, esta herramienta no es otra que el cribado o screening. La detección de tumores en fases iniciales o que aún no se han malignizado, permite cirugía, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia que en muchos casos consiguen curar la lesión, evitar su extensión y prolongar la esperanza de vida cuando el pronóstico es muy malo.

En el tiempo que ha transcurrido desde que se inició la pandemia por Sars-Cov2 (Covid 19), hemos sido testigos, entre otras muchas cosas, de como un sistema de salud mejorable ha sucumbido ante una emergencia sanitaria de este tipo. La atención inmediata que demandaban los pacientes con Covid, en especial en las etapas iniciales de la pandemia donde el virus ocasionaba un número de neumonías bilaterales que el sistema sanitario no podía soportar ni por infraestructuras ni por alternativas terapéuticas, supuso renunciar a la atención de otras patologías que aparentemente parecían menos graves en ese momento.

A ello hay que sumar la facilidad con que se contagiaba el personal sanitario, las medidas que se impusieron en Atención Primaria y en hospitales, focalizando la atención en asistencia telefónica, realización de test y vacunación, la reticencia de los profesionales sanitarios para prescribir estudios de extensión por considerarlos menos urgentes en esos momentos, la paralización de cirugías y pruebas diagnósticas importantes programadas, el propio miedo de muchos pacientes que se notaban diversos síntomas no Covid pero que preferían no ir a los centros médicos por miedo a contagiarse y también y a colación de la prevención del cáncer, el paréntesis demasiado prolongado en las campañas de cribado o screening.

Se pausaron las mamografías, colonoscopias, test de sangre oculta en heces, tactos rectales, pruebas de PSA, de Papanicolau … es decir, dejaron de diagnosticarse lesiones precancerosas o cancerosas de mama, de colon y recto, de próstata, de cérvix, etc. Ello supone, como fácilmente se puede deducir que, muchas personas perdieron la oportunidad de tener un diagnóstico de cáncer en un estadio inicial, con lo que ello conlleva.

En definitiva, la Covid ha tenido muchos daños colaterales, muchos agentes oportunistas, entre ellos, el que comentamos en esta entrada, dejamos de ver a tiempo muchos cánceres y de atender otras enfermedades igual de peligrosas que estaban en curso o ya establecidas.





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