domingo, 15 de enero de 2023

DEJAR LOS ANSIOLÍTICOS. TABLA DE EQUIVALENCIAS ENTRE BENZODIACEPINAS (BZP). (MANUAL ASHTON)

DEJAR LOS ANSIOLÍTICOS. TABLA DE EQUIVALENCIAS ENTRE BENZODIACEPINAS (BZD). (MANUAL ASHTON)

Esta es mi tabla de elección a la hora de manejar BZD, para instaurarlas, sustituirlas o retirarlas. En ella se expresan parámetros fundamentales como la vida media, el perfil (a=ansiolítico, h=hipnótico, e=anticonvulsivante) y sobre todo, la potencia ansiolítica expresada en dosis equivalentes a 10 mg de diazepam (Valium).
Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dependiente de la ONU, España es el país que más BZD consume del mundo. En torno a más de 2 millones de españoles consumen este tipo de fármacos, bien para la ansiedad, el estrés, el insomnio u otras indicaciones diversas.
En la mayoría de los casos, están indicadas por periodos de tiempo breves pero, se constata que la inmensa mayoría de los consumidores, lo hacen de forma indefinida o por tiempos prolongados, lo cual, predispone entre otros problemas; a la dependencia, la tolerancia, el abuso y el síndrome de abstinencia ante retiradas bruscas.
El paciente y en muchos casos el prescriptor, sobre todo, ante los elevados tiempos de espera, que según la gravedad de los casos, por lo general oscilan entre 45-60 días para las primeras citas y revisiones con un psicoterapeuta o con una unidad de salud mental de la sanidad pública, optan por instaurar esta medicación como primera línea de contención.
No todo el mundo puede costearse psicoterapia privada, no todo el mundo tolera los antidepresivos a la primera ni puede esperar a que hagan efecto en un mínimo de un mes, no todo el mundo obtiene beneficios inmediatos y suficientes con plantas medicinales, no todo el mundo puede aguantar crisis de pánico durante dos meses yendo una noche sí y otra también a los servicios de urgencias, con lo que ello conlleva para el servicio médico y para el propio paciente y no todo el mundo tiene los mismos mecanismos de afrontamiento.
Ante este panorama y con la intención de que el paciente gane algo de confianza encontrando alivio en los síntomas agudos y para poder continuar el abordaje con otro tipo de fármacos y con psicoterapia cuando estén disponibles, pacientes y prescriptores ponen en una balanza los efectos secundarios de estos fármacos y los efectos secundarios de la ansiedad o los de la indicación para la que se pautan y como hemos dicho, se decantan por el empleo del fármaco como primera línea de contención pero, no es esta una entrada para exponer el origen multifactorial del extendido uso de estos fármacos sino, para el desafío de dejarlos. De lo que no cabe duda es que es mejor no tomarlos y estar bien.
La dificultad para dejar este tipo de fármaco, va a depender del tiempo que se lleve tomándolo, del tipo de BZD que se toma (perfil, vida media y potencia ansiolítica) y de la dosis que se administra al día. No obstante, cada paciente necesita un abordaje individual.
Hay diversas estrategias, las más común y utilizada es la reducción gradual con pautas que oscilan entre un 10-20% de retirada del fármaco cada 2 semanas o de 1-2 mg de retirada de Valium (Diazepam) o dosis equivalentes en mg si se trata de otra BZD, cada 2 semanas.
En otros casos, cuando la BZD que se usa es potente y de vida media corta, por ejemplo Alprazolam, si es difícil la reducción gradual, por las grandes oscilaciones entre dosis que presenta el fármaco, se intenta una primera sustitución con otra BZD de vida media larga, por lo general Diazepam, para después ir dejándola, esta vez sí, con más eficacia pues su semivida, puede alcanzar las 200 horas y sus niveles son más estables (destacar que esta pauta es controvertida en ancianos, al margen de por el riesgo de caídas por ser muy miorrelajante, también por la dificultad que presentan en la eliminación de fármacos, lo cual favorecería su acumulación).
En esta segunda alternativa, la tabla de Ashton es especialmente útil, véase que una persona que toma 2 mg de Trankimazin diarios, para obtener la misma potencia ansiolítica, necesitaría 40 mg de Valium diarios y como Valium es muy miorrelajante, los primeros días no podría moverse de la cama, no obstante esto puede realizarse empezando a sustituir solo en algunas tomas y no haciendo el cambio completo, por ejemplo, empezar cambiando la dosis nocturna buscando una mejor tolerancia.
En este sentido, en ocasiones, puede ocurrir que los profesionales de la salud, no estén suficientemente familiarizados con la equivalencia entre los distintos tipos de BZD y se proceda a cambiar directamente un fármaco por otro, sin tener en cuenta dichas equivalencias, desencadenando un síndrome de abstinencia en el paciente, por haberse quedado cortos, que sería el equivalente a haber retirado el fármaco bruscamente o una cantidad muy superior a la tolerada.
Por ejemplo, cambiar un alprazolam de 1 mg cada 8 horas por un diazepam 5 mg cada 8 horas, es un error importante porque en vez de 15 mg necesitas 60 mg de diazepam o cambiar un lorazepam de 1 mg cada 8 horas por un diazepam de 5 mg cada 8 horas también es un error importante porque en vez de 15 mg de diazepam necesitas el doble, 30 mg.
Y finalmente, en otros casos, por lo general más graves, se intenta la sustitución con otro tipo de psicofármacos que no relataremos para no extenderse.

En cualquier caso, cuando de retirar una BZD se trata, es necesaria una estrecha vigilancia médica durante el periodo de retirada, apoyo psicoterapéutico y la aceptación por parte del paciente de que en muchos casos, puede ser un proceso lento y extenderse en el tiempo hasta 2 años.




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