Muchos casos de duelo, sobre todo los leves o moderados, se resuelven de
forma favorable a corto plazo, principalmente si ha habido una intervención
precoz de tipo profesional sanitario o familiar y si no coexiste historial de
trastorno mental. Sin embargo, una parte notable de duelos, se cronifican,
generando en estas personas, una incapacidad importante para llevar una vida
normal. Se considera como principal factor de cronicidad, la presencia de
síntomas de TEPT, tres meses después del acontecimiento traumático y se suele
aceptar que uno de cada dos pacientes sigue presentando síntomas, hasta 5 años
después.
La presencia en el individuo de fuertes valores personales de tipo religioso o
ideológico suele jugar a favor de una recuperación más efectiva, pues ayuda a
aceptar lo sucedido. Cabe destacar del mismo modo, otro aspecto importante
sobre el curso natural de TEPT y es la tendencia a revivir el trauma mucho
tiempo después, con la coincidencia de otros acontecimientos estresantes que no
tienen que ver con acontecimiento primario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario