viernes, 1 de abril de 2016

Rasgos clínicos de la Alexitimia


Dificultad para identificar emociones, sentimientos y afectos referida tanto a los propios estados internos de la persona, como a las manifestaciones en otras personas. La persona alexitímica, no puede diferenciar una emoción de otra.

Dificultad para describir emociones, sentimientos y afectos, en especial, dificultad para ponerle palabras a sus emociones y dificultad para describir todo lo relacionado con lo afectivo y lo subjetivo de los demás.

Dificultad para diferenciar los sentimientos de las sensaciones corporales que acompañan a la activación emocional, atribuyendo erróneamente estas últimas, a síntomas físicos que equiparan a la emoción, de manera que cuando la emoción es intensa, refieren un malestar que no saben describir de forma precisa.

Constricción de procesos simbólicos que supone una incapacidad para manejarse desde un enfoque simbólico sobre todo lo referido al plano emocional o afectivo. La persona alexitímica, tiene una marcada incapacidad para fantasear, su pensamiento es concreto, la comunicación verbal es monótona y desvinculada de afecto y la comunicación no verbal es rígida y sin mímica. Este último aspecto infunde en el terapeuta aburrimiento, en el sentido contratransferencial, lo cual es muy útil como signo diagnóstico.

Preferencia cognitiva por detalles y acontecimientos externos en los que la persona se pierde de forma innecesaria, omitiendo por completo todo lo referente al afecto.

Tendencia a la acción como mecanismo de afrontamiento frente a situaciones conflictivas. Cuando aparece el conflicto emocional surge de forma mecánica la impulsividad y las conductas directas, lo cual, hace aparentar una cierta normalidad, tras la que se esconde un escaso contacto con la realidad psíquica que se experimenta. Esta última característica, asocia al alexitímico con el patrón de conducta tipo A.

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