sábado, 19 de marzo de 2016

Evolución del concepto de dolor

El dolor ha sido considerado tanto un fenómeno psicológico como sensorial. Los modelos que explican las causas del dolor proceden tanto de los filósofos como de sacerdotes, médicos y psicólogos. Aristóteles, entendía la experiencia de dolor como una emoción. Descartes lo consideraba el resultado de estímulos nocivos y los sacerdotes, sugerían que la experiencia de dolor era impuesta por Dios como una prueba de fe o una forma de castigo por el pecado.

A finales del siglo XIX, los fisiólogos y psicofisiólogos aportan una explicación sistemática de la experiencia del dolor mediante el denominado modelo fisiológico o unidimensional que consistió en conceptualizar la experiencia de dolor como una función únicamente de tipo sensitivo, en la que la cantidad de dolor experimentado debía ser directamente proporcional a la cantidad de tejidos alterados, dejando de lado los factores cognitivos y afectivos. En esta línea se considera al dolor como la transmisión directa y lineal del estímulo nociceptivo, pudiendo ser eliminado o reducido, bloqueando las vías patológicas que producen el dolor con agentes analgésicos, quirúrgicos, bloqueo de nervios, etc.

Si bien, se empezó a considerar que este modelo, directo y lineal, podría explicar el dolor agudo como causa orgánica definida, pero no ocurriría lo mismo con el dolor de tipo crónico donde el soporte orgánico no siempre está presente. Con las investigaciones que se realizaron en los años 70 se empieza a consolidar la ruptura con el modelo unidimensional mostrándose de forma convincente que la experiencia del dolor no se estructura simplemente en función de la cantidad de tejidos dañados, sino, más bien en una experiencia subjetiva, evaluada por el individuo que se puede describir como un complejo fenómeno multidimensional.

En la actualidad está ampliamente reconocido que el fenómeno del dolor como experiencia y expresión que afecta a todo el comportamiento humano, está influenciado por variables de tipo genético, constitucional, psicológico, social y cultural.

Es muy improbable que alguna faceta de este complejo fenómeno sea imputable a una sola de las fuentes de influencia. La mejor manera de describir el dolor es pensar en él como un producto interactivo de la combinación de las diversas fuentes mencionadas.

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