viernes, 14 de abril de 2017

Inferencia arbitraria

Usted puede apresurarse a sacar arbitrariamente una conclusión negativa que no está justificada por los hechos de la situación planteada. Dos ejemplos de esta actitud son la "lectura del pensamiento" y el "error del adivino".

Lectura del pensamiento: usted supone que otras personas le desprecian, y está tan convencido de ésto que ni siquiera se toma la molestia de comprobarlo. Suponga que está pronunciando una excelente conferencia y nota que un hombre sentado en la primera fila está cabeceando. Ese hombre ha estado casi toda la noche en pie, de juerga, pero usted, desde luego, no lo sabe. Usted podría experimentar el pensamiento siguiente: "Este público piensa que soy aburrido". Suponga que un amigo pasa a su lado por la calle y no le saluda porque está tan absorto en sus pensamientos que no le ve. Usted podría llegar a la siguiente conclusión errónea: "Me ignora, así que ya no debo caerle bien": Tal vez su cónyuge no está receptivo una noche porque ha recibido una crítica en el trabajo y está muy molesto como para querer hablar de ello. A usted se le cae el alma a los pies por la manera que interpreta ese silencio: "Está enfadado conmigo. ¿Qué es lo que hice mal?

Tal vez usted responda a estas reacciones negativas imaginarias retrayéndose o contraatacando. Esta conducta contraproducente puede actuar como una profecía que se cumple a sí misma e iniciar una interacción negativa en una relación cuando en el fondo no pasaba nada.

El error del adivino: es como si tuviera la bola de cristal que sólo le predijera tristeza. Usted imagina que va a suceder algo malo, y toma esta predicción como un hecho aún cuando no sea realista. La bibliotecaria de una escuela secundaria se repetía a sí misma durante sus ataques de ansiedad: "Me voy a desmayar o a volverme loca". Estas predicciones no eran realistas porque ella nunca se había desmayado (¡ni vuelto loca!) en toda su vida. Ni tenía ningún síntoma grave que sugiriera una inminente locura. En una sesión de terapia, un médico que padecía una aguda depresión me explicó por qué abandonaba su profesión: "Me doy cuenta de que estaré deprimida toda la vida. Mi aflicción seguirá y seguirá, y estoy absolutamente convencido de que este tratamiento o cualquier otro están destinados al fracaso". Esta predicción negativa sobre su pronóstico le hacía sentir desesperanzado. la mejora que experimentaron sus síntomas poco después de haber empezado la terapia indicó cuán desacertada había sido su profecía.

¿Usted siempre se apresura a sacar conclusiones como las expuestas en el párrafo anterior?. Suponga que telefonea a un amigo que no le devuelve la llamada después de un tiempo razonable. Usted entonces se siente deprimido cuando se dice a sí mismo que probablemente su amigo recibió el mensaje pero no mostró interés alguno en llamarlo por teléfono. ¿Cuál es su distorsión?. Leer el pensamiento de los demás. Usted se amarga y decide no volverlos a llamar ni averiguar qué pasó, porque se dice a sí mismo: "Va a pensar que soy un pesado si lo vuelvo a llamar. Me voy a poner en ridículo": A causa de estas predicciones negativas (el error del adivino), usted evita a su amigo y se siente humillado. Tres semanas después se entera de que su amigo no había recibido el mensaje. Resulta que todo aquel lío fue sólo un cúmulo de tonterías autoimpuestas. ¡Otro doloroso producto de la magia de su mente!

lunes, 3 de abril de 2017

"Primero el hombre aprende en la vida a andar y a hablar. Más tarde, a sentarse tranquilo y a mantener la boca cerrada"
Shirley MacLaine (1934)

Trastorno Negativista Desafiante

Criterios DSM IV-V

              
Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes síntomas:
              
  1) A menudo se encoleriza o incurre en pataletas.
  2) A menudo discute con adultos.
  3) A menudo desafía activamente a los adultos o rehusa cumplir sus demandas.
  4) A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
  5) A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
  6) A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
  7) A menudo es colérico y resentido.
 
8) A menudo es rencoroso o vengativo.
             
              

El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en las actividad social, académica o laboral.
             
              
             
Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.
             
              
No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.