La diferencia esencial consiste en que en la psicosis de
ausencia hay, valga la redundancia, una ausencia absoluta de la madre, no hay
una presencia simbolizante capaz de sustituir esa relación biológica que deja
al individuo sin un modelo de relación, pero es la falta de la falta de la
madre, la que genera este tipo de psicosis, de ahí utilizar el término de
ausencia absoluta de la madre, porque al no haber, no va a faltar y al no
faltar, deja al individuo sin modelo, sin embargo, en la psicosis de presencia
se presenta una cierta inscripción en la figura materna, capaz de generar un
saludable imago referenciado al sujeto.
Cuando la madre se aleja, permite hacer una diferenciación
entre el niño y la madre. Este es un momento crucial para la formación de la
posición subjetiva y el niño sólo podrá tener “existencia” psíquica, si puede
hacer una distinción entre la madre y él.Si la madre no tiene una falta, es decir, si hay una falta de la falta y se presenta como autoridad total y no permite la separación, generando la no admisión de otros factores tales como el padre, los familiares, el trabajo, las leyes y las costumbres que se interpongan entre ella y el hijo, la consecuencia es el desarrollo de la estructura psicótica.
Si la ausencia es total, entendida como ausencia de la
ausencia o falta de la falta, se generan las psicosis de ausencia como son el
Autismo y la Esquizofrenia y si no llega a formalizarse ese vacío completo, de
manera que persiste cierta inscripción de la función materna, que permite la
construcción del imago, se generan las psicosis de presencia como son la Melancolía, la Manía y la Paranoia.
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