Recursos terapéuticos en el conflicto de pareja

Al comienzo de una relación, el enamoramiento hace que la persona de la que se está enamorada no tenga ningún defecto ni aspectos negativos. Toda ella nos gusta, vemos a esa persona casi perfecta.

Sin embargo, con el tiempo se va descubriendo al otro como alguien que tiene virtudes y defectos. Por lo tanto, es necesario aprender a adaptarse a la convivencia.Cada uno tiene sus formas de hacer, sus manías, sus gustos, sus preferencias, sus expectativas, etc. Cuando estas individualidades no son respetadas, o no se pueden expresar por temor (a que "el otro se enfade", a "hacer daño al otro" etc.) o cuando los deseos de la pareja son los que siempre se satisfacen en perjuicio del otro etc. se puede llegar a una situación de verdadero conflicto entre los dos miembros de la díada establecida.

Principios de una diada sana

Estos límites deben ser visibles para la díada y para los demás, pero nunca ni rígidos ni impenetrables. La díada debe regirse por estos principios:

1. Principio de comunicación. A y B deberán poner en común cualquier acontecimiento presente o pasado que pueda afectar a la relación.
2. Principio de complicidad. A y B deberán sentirse cómplices, que no jueces, de los "vicios" del otro, mientras estos no afecten a la relación, o estén en contra de las cláusulas del contrato.
3. Principio de identidad. A y B podrán callar o no comunicar todo aquello que consideran propio, siempre que se cumpla el primer principio.
4. Principio de libertad. A y B respetarán las decisiones que el otro tome en todos los campos considerados por contrato propios y negociarán todos los considerados comunes, sin intentar modificar al otro.
5. Principio de igualdad de valor. A y B deben mantener en el mínimo las diferencias de autoestima y la discordancia en la categoría.