lunes, 29 de febrero de 2016

Estrés y enfermedad



Al estrés se le relaciona con el padecimiento de determinadas enfermedades físicas y psíquicas 

Su presencia de forma aguda o mantenida, desencadena una reacción fisiológica general mediada por el sistema nervioso autónomo y endocrino, que es coordinada a su vez por las regiones superiores del sistema nervioso central y que por diversos mecanismos de respuesta actúa en tejidos y órganos de los distintos sistemas del organismo generando enfermedad. Esta relación con la enfermedad, puede ser analizada desde el punto de vista del estrés como factor desencadenante, como variable que influye en su desarrollo o como factor de riesgo añadido a otros factores de riesgo concomitantes. Ejemplos de enfermedades físicas relacionadas con el estrés serían la hipertensión arterial en el sistema cardiovascular, el asma en el respiratorio, el colon irritable o la úlcera en el digestivo, la disfunción tiroidea en el endocrino y otros que afectan a los diversos sistemas como la psoriasis, la artritis reumatoide, la epilepsia, la inmunodeficiencia y el cáncer. Ejemplos de enfermedades psicológicas relacionadas con el estrés serían los diversos trastornos por ansiedad como las fobias, los trastornos somatomorfos como  la hipocondría, disociativos como el trastorno de  personalidad múltiple y otros como la ciclotimia, la depresión y los trastornos psicosomáticos.

domingo, 28 de febrero de 2016

El malestar humano



Origen del malestar en el ser humano

El malestar humano según Freud proviene de 3 fuentes: la naturaleza hostil, la propia constitución del cuerpo mortal y la insatisfacción de la relación con los otros y con las instituciones culturales. Las dos primeras son inevitables, pero es la tercera, la referida a la relación con los otros y la cultura, la que paradójicamente refleja la esencia del ser humano, su insatisfacción.
A lo largo de la vida, el ser humano se somete a un aprendizaje, a una  adaptación al medio que le rodea, donde tiene que renunciar  entre otras cosas a la pulsión de la muerte,  tiene que canalizar la agresión y los sentimientos de culpa, tiene que renunciar al narcisismo  y a la ambición de poder; tiene en definitiva que aprender a relacionarse con los otros  y en este desencuentro naturaleza- cultura es donde aflora el trauma, el malestar por medio de la instauración del lenguaje y la sustitución del orden natural por el simbólico.
Actualmente el decaimiento de la función paterna y la dificultad consecuente para que los individuos puedan apoyarse en una ley que favorezca una posición constructiva hacia la autoridad, es causa de dicho malestar. Del mismo modo, el precepto de goce que surge de la definición de salud de la OMS, favorece la desintegración del sujeto y  una exacerbación de dichas enfermedades o malestares.